A solas ante el Universo

Un día de Navidad Histórico

He de reconocer que desde que hace muchos años descubrí que Santa Klaus, Papá Noel, o el Viejo Pascuero, no eran más que una quimera lejos de ser físicamente posible, la Navidad para mí redujo a un periodo de muy  esperadas vacaciones. Sin embargo, las navidades de 2021, las segundas en pandemia, han vuelto a ser de ilusión. Todo ello debido a que los astrónomos, particularmente los que hemos estado trabajando en los últimos años en el proyecto, esperábamos con mucha emoción, expectación y nervios el lanzamiento del James Webb Space Telescope (JWST), el telescopio espacial más grande jamás puesto en órbita. La expectación ha ido incrementando exponencialmente desde hace dos semanas o así. De repente retrasan el lanzamiento del 18 de diciembre, al 22. Pero aún así, el lanzamiento se encontraba cada vez más cerca. A falta de poco más de una semana, otro retraso lo sitúa para el día 24 de diciembre. Un par de días antes, cuando ya todo estaba listo en el lugar de lanzamiento, Kourou (Guayana Francesa), la predicción del tiempo para el día de Nochebuena retrasa el lanzamiento al día 25, debido a vientos altos en las capas altas de la atmósfera. Después de tantos años, todos sabemos que no podemos arriesgarnos a que el lanzamiento salga mal, pero hay tantas ganas de poner el JWST en el espacio, que cada retraso nos produce una sensación horrible de frustración. Por otro lado, la variante ómicron del COVID-19 nos acecha por todos lados, y no os olvidéis, los astrónomos y los ingenieros siguen siendo humanos, y no nos podemos permitir tener muchas bajas. Pocos días antes del lanzamiento se cancelan todos los eventos públicos en persona para ver el lanzamiento, con lo cuál nos resignamos a vivirlo en petit-comité desde nuestras casas y con los compañeros más cercanos. 

El día de Nochebuena no pudo ser más distópico: consultando el email, y las noticias compulsivamente y esperando no ver ninguna noticia que ni siquiera implicara de lejos otro retraso. Como el lanzamiento de JWST era a las 7:20 de la mañana, la cena de Nochebuena fue escueta, y rápida. No me iba a la cama tan temprano en Nochebuena desde que de pequeña nos advertían que si no nos íbamos a dormir Papá Noel pasaría de largo por nuestra casa y nos quedaríamos sin regalos. Eso si no se daba cuenta de que en realidad ese año me había portado regular para variar. Puse tres alarmas en tres dispositivos diferentes, por si acaso alguno fallaba y no me despertaba. Me costó conciliar el sueño, de hecho no sé si realmente dormí, porque en mi cabeza no dejaba de visualizar el lanzamiento, la emoción de lo que iba a pasar al día siguiente, y los nervios por si algo no salía como esperado. Me levanté unos pocos minutos antes de que sonara el primer despertador a las 5:30, ¡para qué dormir más en un día como hoy! No me levantaba con tanta ilusión en un día de Navidad desde que era una niña. En 20 minutos estaba lista para salir. Primera parada a las 6:00 de la mañana: el Dunkin Donuts. Lo sé, no es precisamente realfooder (¡aquí no hay churrerías!). Quedé realmente sorprendida de ver que el día de Navidad hay gente a esas horas con ganas de Donuts. De ahí a casa de un amigo y compañero del equipo que gentilmente puso su salón para hospedar el evento.

Amanece con el primer café de la mañana a las 7:00, aunque en realidad hoy no me hace falta café para despertar. Por el ordenador y mientras seguimos el evento que retransmite NASA en inglés, escuchamos en primicia las conversaciones que tienen los ingenieros minutos antes del lanzamiento. Dos minutos antes de las 7:20 de la mañana, el coordinador del equipo hace un llamado a todas las estaciones para confirmar el buen estado de todos los subsistemas: “subsistema X, ¿estás listo para el lanzamiento?”, a lo que el representante responde: “subsystem X is a GO for launch [1]”… Después de éste, el coordinador fue llamando uno por uno a todos los subsistemas de JWST, y uno por uno todos iban respondiendo lo mismo: “subsystem X is a GO for launch”… Entonces el coordinador confirma: “All stations, all stations, we are a GO for launch[2] !….” A partir de entonces, silencio sepulcral. Respiraciones contenidas. 30 s para el lanzamiento… De repente empieza la cuenta atrás en francés: “dix, neuf, huit, sept, six, cinq, quatre, trois, deux, IGNITE!…”  Y veíamos como se encendían los motores de la Ariane 5 con muchísima expectación, con los ojos pegados en la pantalla, deseando por todo el Universo que todo saliera bien a partir de ahora…. La Ariane 5 con el JWST a bordo empieza a subir y desaparece por encima de las nubes de Kourou… El JWST no volverá a la Tierra nunca más. Más de 20 años de trabajo de miles de ingenieros y astrónomos están ahora subidos encima de esa Ariane 5 que sale de la atmósfera terrestre con una propulsión similar a la de 12 Jumbos 747 a plena potencia. 

Foto pocos segundos antes del lanzamiento de JWST escuchando el GO! final

Dos minutos y 20 s después, con el aliento aún contenido, se produce la separación de los boosters, perdiendo el 70% de la masa inicial del propulsor. A los 3 minutos y medio, se desprende el protector o cofia que protege el telescopio ya que ya ha atravesado las capas más densas de la atmósfera terrestre. A los pocos minutos, finalmente por el ordenador oímos que la telemetría de JWST está llegando, lo cuál significa que nos podemos comunicar con el telescopio. Respiramos. Por fin me entra algo en el estómago, así que aprovecho para probar un donut… También atiendo una llamada de Lorena, de la Agencia EFE. 

En el minuto 27 por fin el último propulsor del cohete Ariane 5 se despega del telescopio… y de repente… aplausos, gritos, emoción y lágrimas de alegría. El director de operaciones en Kourou grita: GO WEBB GO….! Por la cámara que instalaron en la última parte del lanzador de la Ariane 5 vemos la imagen del telescopio separándose del lanzador, viajando hacia su destino final, L2[3]…. Al fondo nuestro planeta… ¡Wow! ¡Una imagen para los libros de historia! 

Así hicimos posible desde España el lanzamiento del nuevo telescopio  espacial James Webb
Imagen de JWST (izquierda) después de haberse separado de la última fase del lanzador de Ariane 5. Arriba a la derecha, nuestro planeta. Esta imagen irá en todos los libros de historia.

Nosotros abrimos nuestras botellas de champán y brindamos… aun no somos conscientes de cuán histórico es este momento, esta mañana. Ahora JWST viaja camino de su destino final. En los próximos 13 días, JWST se irá desplegando poco a poco, empezando por el parasol del tamaño de una cancha de tenis, y siguiendo por el espejo secundario y el primario. Todos estos pasos son críticos para que el telescopio funcione adecuadamente. 29 días después del lanzamiento llegará a su destino final, desde donde nos enviará datos inéditos del Universo, nunca vistos hasta ahora por ningún ojo humano… ¡cuán emocionante es ver algo nuevo por primera vez! ¡cuántos misterios por descubrir con este nuevo telescopio! Aun no sabemos con certeza cuales van a ser, pero estamos seguros de que van a ser rompedores y de que nuestro conocimiento de El Universo cambiará radicalmente.

Foto con mi amigo y compañero de equipo celebrando el exitoso lanzamiento del James Webb Space Telescope

Todo el esfuerzo, todos los sacrificios, todos los exámenes, todos los madrugones, todas las mudanzas, y todas las despedidas que he hecho a lo largo de mi vida han merecido la pena sólo por vivir este momento histórico del que de alguna manera hoy soy parte. GO WEBB GO!


[1] El subsistema X es un “adelante” para el lanzamiento

[2] Todas las estaciones, JWST tiene el “adelante” para el lanzamiento

[3] L2 es un punto de equilibrio gravitatorio entre el Sol, la Luna y La Tierra donde pueden ponerse satélites en órbita.