A solas ante el Universo

Californication

 

            Si hay alguna parte de EE.UU. que unánimemente es vista con buenos ojos por el resto del mundo, esta es California. ¡Ay, California! La parte demócrata de EE.UU. por excelencia, donde son famosos los surferos, las largas playas, Hollywood, Yosemite, Los Ángeles (LA, como dicen ellos), San Francisco, la ciudad más cara de EE.UU. donde se inventa todo. Son los open minded (abiertos de mente) del país, por eso la marihuana es legal… pero, ¿es oro todo lo que reluce? Hace un tiempo ya hablé de cómo fue mi experiencia cuando visité Los Ángeles y Pasadena (LA LA Land), y hoy os contaré cómo fue mi viaje a Santa Cruz para visitar a mis amigos Remco y a Theodora, durante la semana de Acción de Gracias de 2017.

            El avión de la compañía Southwest aterrizaba en el aeropuerto de San José (California)[1]cuando justo me daba cuenta de que me había dejado olvidado el regalo que les traía a Remco y Theodora en el avión que me llevó de Tucson a LA. «Un día voy a perder la cabeza» -pensé. A la salida del aeropuerto el Beasty, como habían bautizado a su Ford blanco Escape XLT, me estaba esperando en la puerta en medio de caos y bocinazos que caracterizan a cualquier ciudad grande y caótica de este país. Dejé la maleta en el maletero y me lancé dentro del coche al asiento trasero ante la insistencia de los otros coches para que nos moviéramos. «¡Hola chicos!», -les saludé. «Se me había olvidado lo que era una ciudad grande»Remco y Theodora eran vecinos míos en el conjunto de apartamentos en el que vivía en Tucson, Mission Palms, creo que en alguna ocasión os hablé de él (Empezando a vivir en Arizona). Theodora y yo habíamos compartido oficina y suplicios relacionados con la investigación desde que llegué a Tucson, así que después de unos meses sin verla (desde agosto), me alegré mucho de poder ponernos al día sobre las eventualidades en la oficina. Especialmente la eventualidad de que el jefe se había ido de sabático, y por fin estábamos todos  a nuestras anchas. El viaje desde San José al pueblo cerca de Santa Cruz[2]donde se habían mudado hace poco, lo pasamos hablando de los viejos tiempos, y de cómo había cambiado su vida académica (para bien), desde que se mudó a hacer un postdoc en la Universidad de Santa Cruz. Aunque el cambió a California también significa perder en otros aspectos, como en poder adquisitivo. En el área de Santa Cruz, no se encuentra ningún apartamento decente por menos de 2000$ al mes, la gasolina vale un 50% más que en Arizona, y por supuesto, California está mucho más poblado, así que casi ninguna mañana (ni tarde), se libra uno de los malditos atascos. Sobre todo en dirección a San Francisco (a 1.5 h de allí). Eso sí, la playa les queda a 15 min (¡andando!) ¡Qué fortuna tan grande!

            Al día siguiente fuimos a pasear por el pueblo. El pueblo muy pintoresco, el típico que en verano debe estar lleno de turistas y de sombrillas… había terracitas mirando al mar en cada restaurante con gente disfrutando de esos 25 grados en el mes de noviembre… sólo echaba de menos el olor a sardinas asándose y casi parecería cualquier pueblo del Mediterráneo. Con la excepción de que el agua en el Pacífico está siempre helada como la llave del cementerio.

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Mojándonos los pies en el mes de noviembre en la playa

            Después de un día de descanso viendo película de Disney tras película de Disney y comiendo palomitas en plan dominguero. Decidimos aprovechar mi último día en la zona para ir a visitar la gran ciudad de San Francisco. Ya tenía ganas yo de ver si la famosa ciudad americana donde se forjan todas las empresas que gobiernan el mundo (Google, Facebook, Apple, Netflix, Linkedin, etc, etc), era de verdad tan maravillosa como salía en las películas.

            San Francisco nos recibió con el atasco de rigor, y eso que era domingo… nuestra primera parada fue el puente Golden Gate. Si hay algún sitio que todo el mundo conoce de la ciudad es ese. La llegada se hizo un tanto complicada, dado que por supuesto todos los turistas van al mismo sitio, y quieren aparcar lo más cerca posible. Con lo cual, aparcamos donde pudimos, y caminamos durante 20 min hasta llegar a la cercanía del puente, donde por supuesto hay una marabunta de turistas sacándose la típica foto con el puente. Bonito, pero, sinceramente, tampoco me vendría a posta desde Europa a verlo. Subimos hasta arriba del puente siguiendo una fila de turistas que por supuesto van hacia el mismo lado, ara sacarse la misma foto para el Instagram. Desde arriba se ve el centro de San Francisco lleno de rascacielos. De hecho, el centro no es la parte más llamativa en sí, sólo se ve bien desde la lejanía. De ahí fuimos al centro de la ciudad, cerca del barrio chino. Este barrio sí era como estar en China. Pintoresco por un lado, y por otro lado me da qué pensar… ¿por qué hay un barrio chino? La respuesta la dejo a cargo del lector… Más allá, caminamos por las típicas calles de casas blancas tan características, subiendo y bajando cuestas gigantes, hasta, después de unas 2h de caminar, llegamos al centro financiero de San Francisco ya de noche. A los pies de los rascacielos dormían unos cuantos “sin casa”… ¿Cómo es posible que habiendo tanto dinero en esta ciudad haya tanta gente que duerme en la calle?

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Golden Gate en San Francisco
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Foto del centro de San Francisco desde el Golden Gate

            Al día siguiente, a las 6 de la mañana me recogió el Uber desde casa de Theodora y Remco para ir al aeropuerto de vuelta a Tucson. Un Mustand bastante lujoso. El conductor de Uber me pregunta que de dónde soy… “de España” –le dije. Se hizo un silencio incómodo…. Me responde: “Ah, OK… ¿y dónde queda España?”. Estoy segura que de haber podido verme la cara seguro que tendría los ojos fuera de las órbitas… “pues, en Europa” –le contesté. El señor, más confundido que antes me pregunta: “¿y… se habla español en España?”. “Ay, madre” –pensé, “este momento tenía que llegar antes o después… pero tenía mejores expectativas de California…” No haré más comentarios.

[1]Ver mapa San José: https://goo.gl/maps/H77dCrmC1mC2

[2]Ver mapa Santa Cruz: https://goo.gl/maps/jRkMD7yWvYK2

2 respuestas a «A solas ante el Universo»

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